El tío
 José Manuel Fernández Cano.

EL TÍO DE LA PERRAGORDA es un apodo, alias o mote, que define una actividad laboral, la que ejerció durante años en Alcázar el padre de José Manuel y la que este mismo realizó esporádicamente. La función profesional consistía en el cobro domiciliario y periódico (semanal, mensual, trimestral, etc.) de una cantidad mínima que, dependiendo de las épocas y los años,  oscilarían desde la perragorda semanal, el real o la peseta, hasta el duro (cinco pesetas) y otras cantidades según la solvencia económica de la compradora -generalmente mujeres- que de esta forma adquirían productos de todo tipo, ajuares, cacharros, sábanas, etc.   que pagaban, sistemáticamente, durante un corto o largo espacio de tiempo dependiendo del importe.
Esta compra, a crédito, se hizo muy popular en la década de los años '50, '60 y '70 del s.XX. 
Actualmente los Perragorderos son un oficio a extinguir pero... alguno queda.